martes, 9 de agosto de 2011

Inconsciente

Suena de fondo el himno nacional, parece que va a empezar un partido de fútbol.

La dinámica es, Nico no se queda quieto un segundo y Lucia lo llena de preguntas retóricas. Por suerte ahora tienen una tv en su cuarto y yo disfruto de un living mas tranquilo, menos contaminado de fernandos miemmmmmbros.

Miro mi nuevo mural, una lámina de Klimt, El Arbol de la Vida, está colgado, lo colgué yo, con dos clavitos de acero. Siento felicidad.

Recuerdo el sueño de ayer a la noche, resulta ser que yo era una geisha de casa de té, con maquillaje y atuendo acorde, yo le servía el té a un cliente de hacia años, la decoración oriental minimalista, la poca iluminación y el juego de sombras conformado por mis movimientos, llevando adelante el ritual para servir el té, dominan la escena.

Todo parecía indicar que la ubicación era alguna aldea en tierra oriental, Japón?

El cliente es un Samurai, eso me dice la Sra oriental, la más geronte del grupo, quizás la encargada del sitio? Se me presentan en la mente las palabras epifanía o satori y ahora samurai; recuerdo mis épocas en las que intenté practicar aikido.

En un sentido todo me parece incomprensible, y en otro, tengo la sensación de que todo se devela a su debido tiempo. Me permito ser, con todas mis Jimenas.

Mi inconsciente me habla, y mi consciente lo escucha.

2 comentarios:

Laura dijo...

Capaz tu inconsciente te está pidiendo sushhi, mamu y la respuesta es mas simple de lo que pensabas.

Jime dijo...

eso me lo pide mi consciente mamu y le doy bola siempre que tengo el dinero!