jueves, 7 de octubre de 2010

Intimismo

Viajamos por trabajo y, en realidad a esta altura ya no importa el motivo sino que, existe un comportamiento que se repite en el tiempo.

Abrimos el portal.

Y lo curioso del caso es que esa actitud de abrirse, sensibilizarse y exponer la humanidad aunque mas no sea un poquito, es una constante que muchos manifestamos, sin importar la edad, actividad, cultura o ideología.

Viajar nos activa ese chip intimista que invade toda conversación personal de una suerte de confidencialidad y complicidad implícita e irreproducible en otro contexto.

Todo lo que digamos o escuchemos en esa circunstancia, debe ser guardado en una gran caja de seguridad para luego, padecer amnesia de su clave de acceso.

2 comentarios:

Maisa dijo...

100% de acuerdo

Viajar libera

Marcela dijo...

Los viajes liberan, pero porque extraño mecanismo se debe casi guardar lo vivido en una valija y dejarlo olvidado? Que loco no?