miércoles, 30 de junio de 2010

Destino

Pensaba.

Hay quienes creen que el destino está escrito y tiene la imagen metafórica del padre que lleva a su niño de la mano, y de ese modo se van sucediendo cosas que inevitablemente tenían (?) que suceder.

Postura cuestionable por muchos porque, una de las interpretaciones posibles de tal filosofía consiste en que, esos "quienes" encontraron la manera poco comprometida de no tomar decisiones, o de nunca hacerse responsables ni de las decisiones tomadas ni mucho menos de sus consecuencias.

"Cosas del destino" suelen decir, como si el destino ya tuviera escrito un guion para cada uno de nosotros.

También existen quienes creemos que tomar decisiones forma parte de los mayores desafíos de nuestra existencia y como tal, no vamos por la vida esquivando el bulto -mucho menos si se trata de uno Julio Like-, sino, muy por el contrario, transitamos haciéndonos cargo de la innumerable cantidad de efectos mariposa que generamos con nuestro accionar.

Punto de vista que me lleva a la siguiente reflexión: existirá entonces alguna razón por la que uno o más de uno deban experimentar ciertas vivencias para aprender algo de la "cosa"?, algo que no siempre nos es posible identificar en ese momento, pero algo que de uno u otro modo tendrá injerencia en nuestras elecciones futuras?.

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