martes, 10 de noviembre de 2009

Manejos

Nicolás descubrió uno de mis talones de Aquiles, cuando sabe que “se ha” o “se está por” mandar una cagada, me mira con ojos tiernos y me dice “mamá, te quiero mucho”. El muy enano ya hace uso y abuso de la milenaria técnica de “manipulación materna”. Y la hermana, que copia todo, repite el modelo.

Lo que me lleva a reflexionar que somos animales manipuladores desde nuestra más pequeña infancia. Tanto para conseguir saciar nuestras necesidades básicas como para las otras, que de básico tienen poco, de elemental menos y de indispensable nada.

Puede observarse a través de cualquier vía de expresión, consciente o inconscientemente allí está, presente, como parte integral del juego, como la pelota de futbol, ¿qué sería del futbol sin la pelota?, nada.

Hay 11 jugadores titulares y otro tanto en el banco, hay técnicos, subtécnicos, masajistas, kinesiólogos, fisioterapeutas, deportólogos, medios de comunicación, estadios e hinchas de futbol, todos ellos dependiendo de una pelota, de una pelota (!!), ¿ entendés lo que quiero decir?.

Por eso el dueño de la pelota se toma la libertad de sentenciar: ok, jugamos, pero yo elijo la posición en la que quiero estar.

1 comentario:

Maisa dijo...

No no no.

Teoría inválida.

Yo rengo la correcta: son hijos tuyos!!!

Juassss