viernes, 23 de octubre de 2009

Time is... time

Como siempre, puede fallar pero existen altas chances de descubrir que una ponencia de 10 minutos no será “buena” cuando el responsable de hacerla se toma la mitad del tiempo saludando: Quiero agradecer la presencia de los Sres. Ministros…, del Representante …-en Argentina sería el Diputado-, del Presidente de la World…, del Director General de la…, a las autoridades regulatorias de entidades homólogas a la…, al Dr… miembro de la junta revisora del…, a los organizadores de la Conferencia…

Yo podría incluir al Sr. del taxi que me trajo a este hotel porque por suerte estoy hospedada en otro que es maravilloso, al Sr. que acompaña al perro labrador negro –Bruno-, el que está entrenado para detectar explosivos, hablo del perro, ¿era necesario aclarar?, aunque no parezca cada tarde que regreso al hotel y me acerco a acariciarlo porque mueve la cola, se pone a girar sobre su propio eje y luego se tira al piso panza para arriba moviendo su patita trasera izquierda como si quisiera arrancar una moto, sigo hablando del perro, ¿era necesario aclarar?. Y yo que creí que era para detectar drogas ilícitas.

- ¿Qué lindo perro, para qué está entrenado?
- para detectar explosivos Sra.
- ¿explosivos?, ¿y eso ocurre muy seguido en éste hotel?
- en promedio, en algunas épocas, cada 3 o 4 días

La pregunta del millón hubiera sido si ésta era una de esas épocas, y la del millón elevado a la decima potencia, cuantos días hacía de la última vez pero, para que preguntar esas cosas si podemos seguir tomando mojitos, mirando el atardecer y disfrutando de lo que nos reste de vida.

Aclaración: No, no hay foto de Bruno, ni de Tito, ni de Paco (los otros perros labradores) porque me pidieron permanecer en el anonimato.

9 comentarios:

Kely Lenna dijo...

hmmm... mojitos... cuuuuuba! estás en cuba?!

Jime dijo...

noup, Colombia... y en breves regresando al hogar

Verito dijo...

explosivos hay en Colombia, claro. Donde "el riesgo es que te quieras quedar". En Cuba no hay explosivos ni perros que los detecten, sino soldados del ejército revolucionario en el que todos los batallones se llaman Camilo Cienfuegos o Che Guevara y marchan al son de "su querida presencia" frente a los turistas que toman mojitos en La Floridita o La Bodeguita.

El mundo está así, tan tan raro que hasta da para la existencia de perros detectando explosivos en un hotel cinco estrellas cada tres o cuatro días. Y que Jime le haga mimos. Casi de Almodóvar, no me digan que no.

Ricardo Fasseri dijo...

Jaja, muy gracioso y fresco tú relato. Si los que se la pasan hablando con el protocolo son unos pesados que normalmente tienen poco para decir. Esos perritos no deben detectar mas que huesos porque si se ponen tan cariñosos no creo que estés tan adiestrados. De todas formas, no recuerdo leer de bombas a hoteles. Disfrutá del viaje y de esas experiencias que son muy lindas! beso

Una dijo...

Para bailar esto es una....perro!

Kely Lenna dijo...

muy cierto lo de verito, pero se ve que los mojitos borronearon los perros y las bombas en mi mente :-)

Jime dijo...

los mojitos hacen magia Ylek

Verito, una de mis mejores amigas siempre me dice que mi vida "es" una pelicula de Almodovar!

Madame Lulu dijo...

a beber mientras no explota el hotel

Memily dijo...

En el Charleston Cartagena? No señor , ahi no hay bombas, solo belleza.