miércoles, 16 de septiembre de 2009

Testimonio esclarecedor

Mary Perrier de Wisconsin, Massachucet, a 6 millas en auto, 21hs del Pacífico nos cuenta:

"Bueno, eh, tú sabes, era una mujer extraña, siempre le gustaron esos hábitos de rendir culto a la soledad, el aislamiento, de pequeña siempre leía esos textos crípticos. Ya para sus veintitantos había terminado la carrera de física nuclear y en oposición a su gran experiencia en ese campo de la investigación nunca había conocido a un hombre del cual enamorarse. Por eso luego de ingresar como asistente en el departamento de investigación de una multinacional se dedicó a desarrollar la molécula de una sustancia que puesta en contacto con células madre, le diera origen al clón de un hombre, con todas las características anatómicas necesarias. Posiblemente, aunque no reconocida, haya sido la creadora de los bancos de células madre. Lo triste fue que nunca logró dotarlo de sentimientos. Falleció obsesionada con su investigación lo que le valió pagar el precio de no haber vivido una vida real. ¿Te imaginas lo diferente que podría haber sido?”.

Leer "El Hombre Bicentenario" puede ser contraproducente.

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